El trabajo de los jornaleros no se puede detener, porque si dejan de laborar, ni comen ellos ni come la gente en las ciudades, declaró Emiliano García, dirigente de la UCD, quien añadió que es prácticamente imposible que se mantengan las medidas preventivas contra los contagios de Covid-19, por las condiciones propias de la labor en el campo.

Los jornaleros son desplazados en camionetas y camiones en los que no hay espacio entre cada persona, además de que viven en lugares en las que conviven de manera cercana, según comentó García.

Indicó que las autoridades de los municipios hacen algunas recomendaciones a los encargados de los campos, pero en la realidad es casi imposible que se puedan tomar las medidas para evitar los contagios.

Sin embargo, detener las labores de los jornaleros no es una opción viable, debido a que las cosechas dependen de su trabajo y si dejan de hacerlo no habrá alimentos para los habitantes de las ciudades.

Expuso que en la actualidad es más importante que se logren las cosechas en la entidad, debido a que la paridad peso – dólar, haría muy costoso importar productos de los Estados Unidos.

Puso el ejemplo del frijol, producto que tiene un consumo per cápita de 9.9 kilogramos en el país, y que actualmente tiene un precio por kilo de 25 pesos, pero en caso de que no se logren las cosechas podría alcanzar un precio de 40 pesos por kilo.

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