El funcionario explicó que la noche del lunes se registró un asalto armado durante una fiesta en su casa y uno de los integrantes del comando que entró a su domicilio fue quien estranguló al adolescente.
El muchacho murió por asfixia mecánica por estrangulamiento a las 22:20 horas del lunes en el inmueble de la Colonia Las Palmas, en Manzanillo.
En la conferencia del miércoles, Angulo afirmó desconocer si a su casa asistieron menores de edad.
Aseguró que los agresores huyeron en un vehículo del Gobierno con dinero y objetos de valor de la vivienda.
La muerte de un menor de edad en casa del Secretario de Turismo de Colima no fue por un asalto como lo informó el funcionario, aseguró Esteban Meneses, ex diputado local de Nueva Alianza.
Según el ex legislador, quien es vecino de Angulo Rodríguez, en la vivienda del funcionario hubo una riña entre los asistentes a la esta.
Detalló que el día del crimen, alrededor de las 17:00 horas, llegó al inmueble un grupo de hombres alcoholizados y sin playera provenientes de la playa.
Cerca de las 20:00 horas subieron el volumen de la música y dos horas después se suscitó la agresión.
«Yo estaba sentado leyendo en mi sala y escuché primero que empezaron a quebrar cosas, empezaron a alegar, se escuchaban gritos, después se vinieron los tiros, no fueron seguidos, hubo dos tiros seguidos y después tres», relató.
Al asomarse por la ventana, armó, vio huir a cuatro hombres desnudos a bordo de un automóvil Aveo rojo, y a otros tres –también sin ropa– correr en la calle, quienes fueron detenidos por la Policía.
Expuso que otros vecinos vieron a más personas en la azotea.
«Los hombres armados que dicen que llegaron nosotros no los vimos, no vimos ningún comando armado ni «Lo que nosotros percibimos mediante el oído y la vista no coincide con lo que están diciendo», agregó.
De igual forma, señaló, el menor no murió en el lugar de los hechos, pues no observó que los paramédicos o personal del Semefo sacaran el cuerpo.
Meneses contó que desde hace al menos cinco meses se realizaban estas en ese inmueble sin importar el día de la semana.
«Siempre llegaban ahí, llegamos a pensar que era una tiendita de venta de droga, llegaban muchachos», narró.
«Yo ni sabía que vivía este tipo (Angulo Rodríguez) aquí, lo que sí escuchábamos en las noches, que no nos dejaban dormir, entre semana y fines de semana, no tenían horario, estas que se hacían de gritos y mucha euforia, música a todo volumen», relató.
Con información de Reforma