La directora de Fodarch, Isela Martínez Díaz, nos visitó este miércoles en Noticieros La Patrona matutino y en esta ocasión nos habló acerca de los hornos que se instalaron en la sierra Tarahumara, siendo uno en la comunidad de Ocochochi y próximamente se instalará otro en Sojahuachi, esto para ayudar a las comunidades indígenas que realizan alfarería en barro

De esta forma se busca ayudar a que los trabajos se realicen en menos tiempo y con las temperaturas adecuadas para lograr el 100% del cocimiento de las artesanías, además de ayudar a reducir la contaminación y por ende los daños a la salud de los integrantes de la misma comunidad, de esta forma estos hornos elaborados con ladrillo refractario libres de humo, tienen muchos beneficios entre los que destacan proteger la salud de quienes laboran la alfarería y elevar la calidad de los productos ya que se cocen a una temperatura de hasta 900°C.

Indica también que se inicia la renovación de 75 puestos de artesanías, situados en la vereda a la cascada de Cusarare, esto con un recurso de 565 mil pesos, que darán empleo temporal a 75 personas durante dos semanas, tiempo en el que se renovarán los puestos completamente, ayudando a proteger a los indígenas de las inclemencias del tiempo, así como ofrecer una mejor vista y comodidad al turista para que realice sus compras.

Mencionó que se espera próximamente la renovación de los sanitarios de esta zona turística además de que se planea construir una bodega, en la cual los rarámuris puedan almacenar su mercancía y no la tengan que trasladar cada día hasta su hogar ya que ellos habitan a grandes distancias de la zona turística.

Isela Martines también nos informa que tras 4 años de trabajo ya se reabrió el museo en Creel, el cual estrena todo un diseño de museografía, y ofrece una experiencia muy agradable a los visitantes, ya que las salas hablan completamente de la cultura rarámuri; como vivían los Tarahumaras a la llegada de los Españoles, la llegada del tren, la influencia de la minería, las misiones, como viven ahora, sus ritos, sus fiestas, sus textiles, toda la influencia de la artesanía en sus vidas, su música, deportes, herbolaria y fauna, destacando un muy buen gusto y como la cereza del pastel, todo el trayecto es dirigido por una niña rarámuri de 14 años de edad quien va adentrando al visitante en la vida del pueblo rarámuri, siendo este el primer museo traducido a tres lenguas, Rarámuri, Inglés y Español.

Finalmente, la directora de Fodarch hace una invitación: “Quiero invitar a todas las personas a que vayan y visiten el museo para ayudar ya que todos los ingresos que se generan en el museo vuelven a los artesanos”.
Por: Melissa Parra

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