Imágenes difundidas por la cadena Fox News dejaron en evidencia el dantesco escenario ocurrido en Taloqan, provincia de Takhar.
De acuerdo con la periodista Alicia de La Rosa, la víctima de 40 o 50 años, quien vestía además ropa colorida; recibió un tiro en la cabeza tras ser acusada de «cometer pecado».
El femicidio ocurrió horas después de que un portavoz del grupo insurgente aseguró que respetarían los derechos de las féminas «bajo la doctrina islámica».
Medios locales resaltaron que la provincia afgana fue invadida por hombres armados «que van quitando banderas nacionales; pintando de blanco monumentos y borrando imágenes de mujeres de publicidades exteriores».
AFGANISTÁN: FUTURO INCIERTO
Tras la avanzada talibán, un grupo de féminas salió a las calles de Kabul para exigir el respeto a sus derechos.
Por medio de consignas como «trabajo, la educación y la participación política es un derecho de toda mujer», las manifestantes dejaron claro que no planean soportar las vejaciones del pasado.
Entre 1996 y 2001 muchas mujeres fueron excluidas del acceso a la educación y el trabajo; así como de salir a las calles sin la compañía de un miembro masculino de su familia.
De igual modo, se les obligó a cubrir totalmente su rostro y cabello con una burka. De infringir las regulaciones podrían recibir azotes públicos o incluso ser ejecutadas.
En tal sentido, en un comunicado conjunto, varios países de la ONU, incluyendo Estados Unidos, mostraron con preocupación el futuro de las mujeres.
Señalaron que al igual que el resto del pueblo «merecen vivir con seguridad y dignidad» por lo que cualquier forma de «discriminación y abuso debe ser evitada».