Ciudad Juárez.— Después de esperar casi cinco meses en Ciudad Juárez a que Estados Unidos les diera una oportunidad para solicitar el asilo, ayer Laura y su familia cruzaron el Río Bravo para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza, a quienes de rodillas les pidió que la dejaran explicarles por qué huyeron de Honduras; pero en menos de media hora ya habían sido expulsados a México bajo el Título 42.

“‘¿De dónde son?’, dijo. Nosotros le dijimos: de Honduras. ‘¡De Honduras!’, empezó a renegar ahí. ‘¡Otros más, tengo años trabajando en lo mismo y sólo Honduras, Honduras, Honduras!’. Y nosotros le dijimos: no, venimos por amenazas y nos dijo que no, que (es) mentira, que es lo mismo de siempre, diciendo eso. Nos dijo: ‘¿para qué se vienen?, ¿para qué cruzan?, ¿para qué?’. Bien enojados que estaban los agentes”, narró la centroamericana.

Laura, cuyo nombre fue cambiado por motivos de seguridad, salió de su país con su esposo y sus hijos de cinco y 15 años de edad, luego de que su esposo fue amenazado por un grupo criminal que quería obligarlo a darles información de los clientes de la empresa donde trabajaba.

Él decidió no hacerlo pero fue amenazado, por lo que vendieron su carro y reunieron todos sus ahorros para huir hacia Estados Unidos a través de la frontera entre Reynosa, Tamaulipas y McAllen, Texas, de donde fueron expulsados bajo el Título 42 a Ciudad Juárez, con el argumento de que significan un riesgo para la propagación de Covid-19 en el vecino país.

Después de esperar por meses en los albergues de Ciudad Juárez, y tras el comienzo del programa “Permanecer en México” de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), ayer acudieron primero al puente internacional Paso del Norte-Santa Fe, donde sólo les pidieron regresar a México a registrarse en una lista para ingresar a Estados Unidos y solicitar formar parte MPP; sin embargo, es una lista que no existe en México.

“Nosotros fuimos al puente porque venimos huyendo de nuestro país y tenemos miedo de estar aquí en México. Y entonces fuimos a pedir refugio al puente y allá nos dijeron que teníamos que anotarnos en una lista de espera, pero no hay ninguna lista, no existe ninguna lista (en Ciudad Juárez). Ellos dijeron que no podíamos ingresar, que teníamos que esperar un programa, que era el MPP, que ese programa podría tardar muchísimos meses y que el Gobierno de México es el que está dando las listas para inscribirse al programa del MPP y que también los directores de los albergues eran los que sabían cómo le iban a hacer para llevar a las personas a que vinieran al puente a solicitar el MPP, pero hasta el son de hoy los albergues no saben nada”, narró Laura al arribar al Río Bravo.

El programa, también conocido como “Quédate en México”, comenzó a retornar a Ciudad Juárez a solicitantes de asilo en Estados Unidos, no mexicanos, el pasado miércoles 8 de diciembre, con los puertos de entrada cerrados para los migrantes y sin una lista de registro de ingreso al vecino país, como ocurrió durante el Gobierno de Donald Trump.

“Nosotros decidimos venirnos a entregar, primero lo queríamos hacer por la vía legal, pasar por el puente, pero ya que no nos permitieron entonces no nos quedó otra opción que venirnos a entregar aquí por el río, porque nosotros tenemos miedo de estar en México porque las personas que nos persiguen pues ya saben dónde estamos y entonces por eso nosotros decidimos cruzar el río por la vía ilegal”, explicó ayer la hondureña, cuyos dos hijos enfermaron de varicela en un albergue de la ciudad.

Permanecer en Ciudad Juárez con el temor de ser encontrados por quienes los tienen amenazados “ha sido demasiado duro, una pesadilla lo que hemos vivido y pues yo tengo un niño con problemas de salud y me ha sido imposible la alimentación de él. Nos han pasado muchas cosas, mis hijos estuvieron contagiados de varicela y en los albergues no hay medicamentos, lo único que hacen es encerrarnos por mucho tiempo”, narró antes de cruzar el río que divide a México de Estados Unidos.

“Por favor, pónganse la mano en la conciencia, hay personas que necesitamos realmente que nos den una oportunidad. Es un camino muy difícil, unos vienen porque quieren mejorar su vida, porque en los países de uno hay mucha pobreza, mucha violencia; pero otros tenemos que salir porque no nos queda de otra. Por favor, tome en cuenta todas esas muertes que se han causado por cruzar una frontera”, dijo Laura al Gobierno de Biden, que la expulsó ayer por segunda vez con su familia a México, sin darles la oportunidad de explicar su necesidad de refugio.

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