Ciudad de México.- El México-Estados Unidos es un partido que va mucho más allá del futbol.

El juego siempre está cargado de una fuerte implicación social y cultural, en particular cuando se disputa en la Unión Americana, como ocurrirá este miércoles en el amistoso en Arizona.

Estados Unidos es potencia en casi todos los deportes, pero es precisamente en el futbol en donde el mexicano solía gozar de una superioridad; ahora, la brecha se ha acortado. Cancha te presenta cinco motivos que hacen importante al Clásico de la Concacaf.

La herida del 2002

Si hay un episodio que cala en cada mexicano ese es el ocurrido en los Octavos de Final de la Copa del Mundo en 2002, cuando en Jeonju (Corea del Sur), los estadounidenses se impusieron 2-0 al gran favorito México, que clasificó a esta instancia como líder del Grupo G. Ese resultado habría de repetirse en distintas ocasiones en los años venideros, así como la presencia del verdugo Landon Donovan, autor del segundo tanto en tierras asiáticas.

El #DosACero

No hay peor marcador para la Selección Mexicana que el 2-0. Estados Unidos se impuso con ese resultado en la clasificatoria al Mundial en 2002 y después repitió el castigo ya en Corea del Sur, en Octavos de Final. También, en las Eliminatorias rumbo a 2006, 2010, 2014 y 2022, así como en tres amistosos desde el año 2000. Los estadounidenses se deleitan y no dudan en presumir el #DosACero, en redes sociales y en español, cada que se imponen al Tri.

La supremacía

Estados Unidos ni siquiera tenía Liga profesional de futbol cuando organizó la Copa del Mundo en 1994, la punta de lanza para convertirse en una potencia también en ese deporte.

Si bien no ha logrado resultados tan rápidos como proyectaba, su nivel ha crecido al grado de ponerse a la par de México, considerado por décadas como el gigante de la Concacaf. Los estadounidenses han ganado ya 7 veces la Copa Oro, sólo una menos que el Tricolor.

Guerra de talentos

Hoy existe una batalla abierta entre México y Estados Unidos por los futbolistas con ambas nacionalidades, el caso más reciente el de Alejandro Zendejas y su elección por el cuadro de las Barras y las Estrellas. Ricardo Pepi fue otro caso sonado y optó por el equipo estadounidense, mientras que elementos como Julián Araujo (hoy del Barcelona) y el portero David Ochoa han apostado por el Tri, en esa pugna por quedarse con los mejores talentos.

Conflicto social

Landon Donovan tachó de arrogantes a los futbolistas mexicanos; Cobi Jones, de soberbios.

Los estadounidenses gozaban más cada triunfo ante un rival que insistía en mirarlos hacia abajo. Una sensación similar tiene la afición mexicana, en particular la que vive en Estados Unidos, gran parte de la cual es maltratada, menospreciada, perseguida, y por eso el llamado Clásico de la Concacaf es más que un simple partido, tan solo porque el orgullo está siempre en juego.

Contra el grito

La Federación Mexicana de Futbol comunicó que trabaja junto a la US Soccer Federation para implementar protocolos dedicados a prevenir «el grito discriminatorio» de parte de la afición, durante el partido entre Estados Unidos y el Tricolor de esta noche.

«Conocemos la política de la US Soccer Federation con respecto a la conducta discriminatoria en partidos internacionales. La FMF no tolerará ninguna conducta discriminatoria, ofensiva o abusiva», expresó la FMF en un comunicado.

«Durante más de cinco años, hemos estado trabajando tanto en México como en los Estados Unidos para erradicar la conducta discriminatoria en los partidos de futbol».

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