En las imágenes y el video que se difundieron en redes sociales, se puede ver que el lugar en el panteón destinado para albergar el cuerpo era mucho más grande de lo habitual, además de que en el sitio se construyeron muros de ladrillo.
Para meter el automóvil fue necesario el apoyo de una grúa y una vez dentro, el féretro fue puesto en la zona de carga de la camioneta, que, según medios locales era una Chevrolet Colorado 2005.
El medio El Tribuna de Los Cabos señala que el auto había sido un regalo de uno de los hijos de Adán Arana, pero debido a que estaba enfermo no la pudo disfrutar, por lo que la sepultaron junto con su cuerpo.
El citado medio señala, «Don Adán era identificado como una persona querida y respetada en la comunidad, se le reconocía como uno de los fundadores de la actividad pesquera”.
El diario El Universal informó que se pusieron en contacto con Francisco Tovar, delegado de la comunidad, quien dijo que estaba sorprendido con la noticia pues la familia del fallecido en ningún momento pidió autorización o informó sobre la forma en la que sería el sepelio. El funcionario también dijo que en el panteón de Puerto San Carlos es común que las familias dispongan de terrenos más amplios para sepultar a sus muertos.
A mediados de octubre, en Oaxaca, ocurrió un funeral igual de sorprendente, pues ante la muerte de un hombre llamado Carlos Santiago Gómez, fundador de una cremería ubicada en la central de abastos de la capital del estado, se organizó una gran fiesta en la que sus empleados bailaron al ritmo de la banda y uno de ellos hasta estaba utilizando una botarga de queso Oaxaca.