“Octubre ha sido un mes negro, un mes duro, un mes lleno de sombras, nunca perderemos la esperanza y vamos a seguir pidiéndole a Dios que pronto pasen estas sombras y nosotros podamos volver a ver las estrellas y que pasen estos tiempos difíciles”, expresó el gobernador a la familia y compañeros del oficial caído.
Antes, compartió la expresión de que aún no se reponían de la partida de José Luis Orozco, Pipen, y ahora tenían aquí el cuerpo de Gabriel Alejandro, Neave, como se le conocía.
Acompañado de su esposa y presidenta del DIF Estatal, Cinthia Aideé Chavira de Corral, el gobernador trasmitió un mensaje de afecto, cariño y solidaridad a la señora Claudia Yanet Maldonado, esposa de Neave, a sus hijas Yareli Alejandra y Ariany Rubi, a su padre Ildefonso Ortíz y su hermano Ildefonso Jesús, además de otros familiares que estuvieron presentes en la ceremonia.
Se refirió también el gobernador al mensaje que ofrecieron las hijas de Neave, quienes lo describieron como un hombre fuerte, tanto físicamente como de carácter, pero de un corazón noble, siempre dispuesto a ayudar a los demás y quien les dejó grandes enseñanzas.
“Acabamos de escuchar un testimonio hermoso en voz de sus hijas, en ese testimonio se refleja el espíritu de su padre y está cabalmente plasmado su legado. No solamente la profundidad de lo que nos acaban de compartir, sino en la fortaleza con la que lo han hecho”, comentó el gobernador.
Destacó que Gabriel Alejandro fue además una persona comprometida con su profesión, que sirvió al pueblo y al Gobierno de Chihuahua, que portó con orgullo y con lealtad el uniforme de policía.
“Aquí se habla del carácter de un hombre fuerte y robusto, pero también se ha dicho de su enorme corazón, porque en la calidad humana es en dónde está la verdadera trascendencia del ser humano. Ha sido querido por todos nosotros, no solamente como un colaborador, sino como un amigo”, expresó el gobernador en su sentido pésame.
Dijo tener la fortuna de contar con un equipo de seguridad, no sólo profesional, sino también afectuoso, cercano, que “hemos podido convivir en distintos momentos fuera del trabajo y en el trabajo, con o sin protocolo, y para mí es algo con lo que yo me quedo del equipo de seguridad, que me acompañara y sobre todo con quienes he tenido la oportunidad de convivir más de cerca”.
A manera de anécdota, ahora, el gobernador Corral dijo que en una de las más recientes giras de trabajo al interior del estado, fueron fotografíados juntos, Neave y Pipen, afuera del Palacio Municipal de Galeana.
Por ello, agregó, “desde el fondo de nuestro corazón, a nombre de Cinthia y de un servidor, el mensaje que hoy queremos testimoniar es de gratitud para él y para su familia, un merecido aunque modesto y simbólico, pero muy sentido reconocimiento a su trayectoria.
“Muchas gracias por nuestro compañero y amigo. No dejamos a un policía más, entregamos a un amigo que supo ser un oficial leal, un policía cabal, que fue gente de seguridad de varios gobernadores y eso también define sus capacidades”, señaló.
El homenaje concluyó con las guardias de honor encabezadas por el gobernador Corral y su esposa Cinthia Aideé, acompañados por el fiscal general César Augusto Peniche Espejel, de la familia y los compañeros del oficial Gabriel Alejandro.
Ruiz Neave sirvió 20 años a las fuerzas de seguridad. Ingresó como agente de la Dirección de Seguridad Pública Municipal en febrero 2002 y de octubre de 2004 a la fecha, se desempeñó en diversos cargos en la Secretaria de Seguridad Pública del Estado.
Fue Jefe del Grupo de Unidades e Investigación Criminal; oficial de patrullaje y prevención; recibió adiestramiento militar en la 5ta. Zona Militar y en el 35 Batallón de infantería.
A partir de octubre de 2013 se incorporó al cuerpo de escoltas del Gobernador del Estado.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]