Brasil.- En el Barrio de Guaratuba, el Curitiba, Brasil, se vivió un emotivo momento en el que dos hombres fueron captados abrazándose después de vivir un trágico momento. Hacía unos pocos minutos, uno de ellos había golpeado con su vehículo a la hija del otro. A pesar de la tristeza, su actitud le hizo recibir gran admiración.

Lejos de culpabilizarlo, le padre de la menor abraza y consuela al conductor. Él estaba siento invadido por la culpa y no podía dejar de llorar, sin embargo el papá se encargo de calmarlo y disculparlo.

Los hecho ocurrieron el pasado jueves por la tarde, en donde la pequeña de 10 años, llamada Haghatta, fue golpeada por un vehículo. El hecho habría ocurrido por una pelota, la cual había sido lanzada por la menor al otro lado de la calle sin querer. Cuando atravesó para buscarla, ya era demasiado tarde.

El conductor, que lloraba desconsolado, no alcanzó a frenar y la golpeó con el dolor de su alma.

Según informaron las autoridades, no hubo ninguna infracción a las leyes del tránsito, ni siquiera un exceso de velocidad. El joven chofer estaba debidamente calificado para conducir.

El padre de la pequeña notó la sinceridad del conductor, que lloraba sin consuelo por el trágico accidente. Entonces fue que se acercó para consolarlo. No había culpables en esta historia.

«Vi sinceridad en su corazón, no era el momento de pelear, teníamos que abrazarnos y ayudarnos». No tengo que perdonarte. ¿Le pegaste a mi hija porque querías? No fue porque quisiera. Fue una fatalidad. Entonces lo único que les pido, de corazón, es que oren. Rezad por mi hija, para que salga bien y sobreviva».

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