Casas Grandes— Ayer al mediodía falleció uno de los estudiantes de secundaria que juntaron sus cabezas y se dispararon para sellar una amistad y una vida llena de depresiones, en la que tiempo atrás ya habían intentado suicidarse ingiriendo pastillas. Debido a la gravedad de sus lesiones, aproximadamente al mediodía en Ciudad Juárez se confirmó el deceso de Mario Eder Cruz Sánchez, de 14 años, quien junto con Juan Pablo A. S., de 13 años, su compañero y amigo desde que estaban en el preescolar, se debatía entre la vida y la muerte con coma inducido, ya que los médicos determinaron ese procedimiento para evitar que las heridas inflamaran sus cerebros.

Anteriormente, los dos amigos habían decidido acabar con sus vidas ingiriendo pastillas, pero en aquella ocasión fueron salvados a tiempo y desde entonces, sus familias los cuidaban para evitar otro episodio similar.

No obstante, la noche del pasado sábado en un rancho en Casas Grandes, uno de ellos quien se hallaba con su padre, le robó la pistola que usaba para protección personal, tomó las llaves de una vagoneta Suburban dorada que usó para encontrarse con su amigo.

Para evitar que su padre lo siguiera hasta Nuevo Casas Grandes, también tomó las llaves de otro vehículo.

Temiendo por la seguridad de su hijo que dijo “no sabía manejar”, el padre llamó a las autoridades para que lo interceptaran y ante la falta de resultados, le avisó a su esposa, quien de inmediato supo dónde encontrar a su hijo, por lo que contactó a la madre del otro menor.

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