El presitaje preliminar investigado por la empresa noruega Det Norske Veritas (DNV) señaló que el colapso de la Línea 12 fue a causa de «una falla estructural».
Las irregularidades encontradas fueron:
- Fallas en la soldadura de los pernos.
- Problema en la porosidad y falta de fusión en la unión entre los pernos y las trabes.
- Falta de pernos en las trabes que sostenían el puente y de equidistancia entre pernos.
- El uso de diferentes concretos.
- Soldaduras mal realizadas o inconclusas.
- Falla con las soldaduras en filete.
- Se detectaron «materiales ajenos» al diseño inicial de la obra y «fallas en los recubrimientos».
- Deformaciones, desplazamientos y fracturas de las vigas y trabes previos al derrumbe.
- Transición de cimentación poco profunda (zapatas) a cimentación superficial apoyada sobre
pilotes.
- Transición de una zona de lecho rocoso relativamente poco profundo a una zona de capa de
mayor profundidad, de suelo más resistente.
Los siguientes informes, el de la fase 2 y la fase 3, analizarán las reparaciones que se hicieron en esa Línea 12 tras el temblor de 2017 y en posteriores mantenimientos. El segundo se presentará el 14 de julio y el tercero el 30 de agosto.
La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum insistió en que es un «reporte preliminar» por parte de DNV, por lo que quedan otros procesos a seguir y todavía se siguen haciendo diversos estudios.